
Tu presencia emana terribles dolencias
que en mi ausencia suelen aparecer;
la sangre coagulada
mariposas atontadas,
miradas sin perspectiva,
ésto me sucede a menudo.
¿Será la morbosidad de los encuentros?
que tiendo a estar más cerca de tu cuerpo...
Dios de las tinieblas
Dueño de mi corazón
ven a hundirme más...
Cuando se juntan nuestros cuerpos,
el calor fusiona
se envuelve
en nuestras pieles,
en nuestras respiraciones...
y fue en un rincon donde apretamos,
nuestros corazones para
decirnos que nos amamos...
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