Nacida en un pequeño y pobre pueblito, apenas podía respirar cuando salió del vientre de su agotada madre, que al punto de nacer Tristeza, muere.
Con sus tutores se crió; apenas rondaba el año y ya sus pasos dejaban huellas. Era el empezar de una vida, la que traería acontecimientos tan malos como tan buenos, felicidad como desgracias.
Tristeza Salvadora Moyano, su nombre. ¿A qué se debe?. Su madre sabía que una debía morir y por una vez en la vida dejó de ser egoísta, parió y llamó a la niña de ojos lleno de vida, Tristeza.
Con sus tutores se crió; apenas rondaba el año y ya sus pasos dejaban huellas. Era el empezar de una vida, la que traería acontecimientos tan malos como tan buenos, felicidad como desgracias.
Tristeza Salvadora Moyano, su nombre. ¿A qué se debe?. Su madre sabía que una debía morir y por una vez en la vida dejó de ser egoísta, parió y llamó a la niña de ojos lleno de vida, Tristeza.
Tristeza porque su madre tenía que morir, dejó que esta nueva vida llevara el último sentimiento que esta madre desconsolada poseía en sus venas. Y Salvadora de las penas que traía consigo.
Tristeza creció sola, con pocos recursos, eso fue la que la hizo tan valiente y valiosa, oro en bruto podría decirse. Fue una mujer fuerte debido a las pérdidas y fracasos que tuvo. Pero no hay quien le ponga freno. Estudió, trabajó arduamente y acá la tenemos, más viva que leña prendida.
Abogada de la libertad, de la suya y de la de su pueblo. Salvadora, bien que fue llamada.
Luchadora de los pecados de su madre, mujer fría pero no de corazón. Revivió espirítus del pueblo donde la concebieron. Fue una dama solitaria, pero en su rostro no figura su nombre, sino todo lo contrario.
Tristeza creció sola, con pocos recursos, eso fue la que la hizo tan valiente y valiosa, oro en bruto podría decirse. Fue una mujer fuerte debido a las pérdidas y fracasos que tuvo. Pero no hay quien le ponga freno. Estudió, trabajó arduamente y acá la tenemos, más viva que leña prendida.
Abogada de la libertad, de la suya y de la de su pueblo. Salvadora, bien que fue llamada.
Luchadora de los pecados de su madre, mujer fría pero no de corazón. Revivió espirítus del pueblo donde la concebieron. Fue una dama solitaria, pero en su rostro no figura su nombre, sino todo lo contrario.
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